Yoga y meditación para la autoestima

Aunque muchas veces lo ignoramos, sentirnos bien con nosotros mismos es determinante para nuestro bienestar físico y mental. Una buena autoestima puede ser todo lo que necesitamos para experimentar emociones saludables, fortalecer nuestras relaciones y sacar el potencial que tenemos en el estudio, el trabajo y otros campos de nuestra vida. 

Por desgracia, factores como el estrés, las presiones sociales, el estilo de vida, el entorno, etcétera, nos generan quebrantos de autoestima que se ven reflejados en la aparición de emociones negativas como la inseguridad, el miedo, el desprecio, la desesperanza y muchas otras. Esto, a su vez, nos lleva a situaciones problemáticas que pueden ser difíciles de afrontar. 

¿Qué podemos hacer al respecto? ¿Cómo podemos cultivar una autoestima fuerte? Hoy en día disponemos de muchas opciones para fortalecer nuestra autoestima. Sin embargo, entre estas, la meditación sigue siendo una de las más destacadas. Si quieres saber cómo nos ayuda y cuáles son sus beneficios, continúa leyendo.

¿Qué es la autoestima?

Una definición simple de la autoestima es la percepción y la valoración que tenemos por nosotros mismos. Tiene que ver con la autoimagen, que es el concepto que tenemos de nosotros, y también con la autoaceptación, que es la capacidad de reconocer nuestras cualidades y defectos. 

De acuerdo con algunas investigaciones, la forma en que una persona se valora está influenciada por la genética. Sin embargo, los agentes externos y el contexto en el que se encuentra tiene mucho que ver. De este modo, nuestra autoestima puede aumentar o disminuir a partir de las experiencias que tenemos en nuestro entorno, así como de las relaciones que establecemos. 

El problema es que, si basamos nuestro nivel de autoestima en un punto de referencia concreto, como una relación o una habilidad, somos vulnerables a sentirnos inferiores cuando alguien nos hace un comentario que no es de nuestro agrado, o bien, cuando cometemos un error. 

Entonces, empezamos a sentir que no somos lo suficientemente buenos y nos dejamos invadir por miedos que nos impiden crecer. Además, entramos en un estado de desesperanza, inseguridad y otras emociones negativas que no solo afectan nuestro bienestar integral, sino que dificultan nuestra relación con el entorno. 

Partiendo de esto, uno de los objetivos que tenemos para promover nuestro bienestar es cultivar una forma de autoestima más genuina, que nos permita amarnos y valorarnos, independientemente de las circunstancias que tengamos que atravesar.  

En otras palabras, debemos buscar una autoestima fuerte, verdadera, que nos ayude a dejar a un lado esas experiencias pasadas que nos causan incertidumbre e inseguridad. ¿Y cómo lograrlo? Hay muchas formas; sin embargo, una de las más efectivas es la meditación. Te contamos en detalle por qué. 

¿Por qué la meditación nos ayuda a cultivar la autoestima?

La meditación ha logrado destacarse como uno de las mejores vías para cultivar una autoestima fuerte y genuina, ya que implica sumergirnos en un estado donde nos conectamos con el sentido de nuestro valor real. A través de su práctica, logramos aclarar nuestros pensamientos y podemos identificar esos patrones negativos que nos hacen sentir inferiores. 

Con técnicas como la atención plena, la meditación nos enseña a centrar nuestra energía en el “aquí y el ahora”, ayudándonos a soltar esos hechos traumáticos, emociones y factores externos que nos hacen daño y nos impiden sentirnos a gusto con lo que somos.  

Además, como lo señala una investigación en la revista académica Frontiers in Psychology, la meditación de atención plena también nos hace cultivar la autoconsciencia, que es de gran beneficio para nuestra salud mental y bienestar. 

¿Cómo funciona la meditación para la autoestima?

Para entender con más claridad cómo nos ayuda a la meditación a cultivar la autoestima podemos hacer un breve experimento. Imaginemos, por ejemplo, esas situaciones donde nuestros pensamientos nos dicen: “todo me sale mal”, “no soy tan bueno como…” o “soy muy torpe”. Luego, nos convencemos de que es algo verdadero y permitimos que afecte la manera de pensar sobre nosotros mismos.  

Entonces, es aquí cuando empezamos a intervenir con la meditación. Cuando meditamos, podemos crear un espacio indicado para calmarnos, revisar nuestros pensamientos y reprogramarlos. En lugar de sentirnos identificados con esos patrones negativos, o victimizarnos con los mismos, simplemente los dejamos ir. Es decir, no permitimos que definan quienes somos. 

Además, renunciamos a cualquier sentido de comparación y nos observamos sin lanzar juicios. De esta forma, emprendemos un camino hacia nuestro autoconocimiento y, a partir de allí, encontramos esa sensación de bienestar y comodidad con lo que somos. 

Autocompasión, autoestima y meditación

Uno de los factores que no podemos pasar por alto cuando estamos en la búsqueda de una imagen sana de nosotros mismos es la capacidad de autocompadecernos. ¿Qué quiere decir esto? Ser autocompasivos es tener compasión y bondad por nosotros mismos, sobre todo cuando atravesamos una situación difícil. 

En otras palabras, es aprender a reconocer que como seres humanos nos podemos equivocar o que las cosas no siempre nos salen como queremos. Entonces, en lugar de juzgarnos o darnos un mal trato por ello, lo aceptamos y buscamos la forma de afrontarlo sin que nos cause mayor afectación. A fin de cuentas, tanto los éxitos como los desaciertos van y vienen, y no tienen por qué ser un determinante de lo que somos.  

Pero, obviamente, cuando tenemos problemas de autoestima nos cuesta mucho trabajo ser autocompasivos. Por eso, trabajar tanto en un aspecto como en otro a través de la meditación resulta muy beneficioso. Para esto, podemos apoyarnos con lo siguiente: 

  • Atención plena: vivir nuestra vida en el presente, de forma consciente, sin ignorar el malestar que nos causan muchas situaciones, pero evitando que sean determinantes sobre nuestro bienestar.  
  • Reconocer que podemos equivocarnos: somos seres humanos y todos podemos cometer errores. No debemos culparnos por nuestro sufrimiento o las cosas difíciles en torno a nuestra vida. Tan solo, aceptar que no somos perfectos.  
  • Autocompasión: es decir, ser compresivos y amables con lo que somos, dejando a un lado esa autocrítica constante que tanto nos afecta. 

Reconociendo la importancia de todos estos elementos sobre nuestro bienestar, hoy en día se han desarrollado técnicas de meditación que se enfocan de manera individual en el desarrollo de cada una. Por eso, podemos encontrarnos con guías centradas exclusivamente en Mindfulness (atención plena) o con guías de meditación para la compasión o bondad amorosa. Podemos practicarlas de forma regular como complemento de la meditación para la autoestima.  

Meditación guiada para la autoestima

Si deseas familiarizarte un poco antes de empezar, entonces prueba la siguiente meditación guiada enfocada en la autoestima. 

  • Para empezar, te aconsejamos que busques un espacio tranquilo, alejado de ruidos y distractores, donde puedas estar cómodo y sin riesgo de interrupciones. 
  • También es conveniente que utilices ropa cómoda, pues una sensación de incomodidad impedirá que te concentres lo suficiente. 
  • Ahora, siéntate en una posición cómoda, como la clásica posición de loto, y empieza a respirar profundamente, inhalando por la nariz y exhalando por la boca. 
  • Cierra los ojos, continúa ejercitando la respiración, y concéntrate en el sonido de tu corazón. Imagina que esos latidos marcan los pasos que das hacia dónde quieres llegar. Entonces, empieza a sentir como se disuelven las tensiones y molestias. 
  • Al alcanzar un estado de relajación, visualiza ese momento donde te sentiste mal por algo o por alguien. Recoge esas escenas y piensa cómo fue tu manera de actuar. 
  • ¿Te llegaste a culpar por eso? ¿Fuiste duro contigo mismo? Ahora es momento de acabar con los reproches. Elimina esos pensamientos negativos y trata de tener otra perspectiva de la situación. Al fin y al cabo, las cosas nos afectan en la medida que lo permitamos.  
  • Si lo deseas, puedes repetirte frases motivaciones, como “yo puedo”, “tengo todo para lograrlo” o similares.  
  • Tan pronto como logres sentirte cómodo con tus pensamientos, con más claridad mental y más amor propio, aférrate a esos sentimientos. Sigue respirado mientras experimentas ese bienestar. 
  • Para terminar, abre suavemente los ojos, mantén la atención y trata de llevar esas cosas buenas que lograste al resto de tu día.  
  • Por supuesto, ten en cuenta que en un principio puede ser difícil conseguirlo. Así pues, asegúrate de entrenarlo cada día, al menos durante 10 o 15 minutos. 

¿Deseas cambiar la perspectiva negativa que tienes de ti mismo? ¿Estás cansada de autosabotear tus proyectos con pensamientos negativos? Practicar yoga y meditación te ayudará a tener una mejor relación con tu “yo interior”, sanando esas heridas que pueden ser el punto de partida de tus problemas de autoestima. 

Recuerda que, más allá de lo emocional, también debemos cuidar nuestra salud y nuestro cuerpo para tener una autoestima fuerte y estable.

Namasté,

Equipo Yoga Kalash

Te cuidamos

Bibliográfía para este artículo

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